Perspectiva personal sobre el Cerebro y el Funcionamiento de Ambos Hemisferio
En mis investigaciones y prácticas diarias, especialmente durante la meditación, he observado el funcionamiento del cerebro y he descubierto cómo trabajan ambos hemisferios, tanto el derecho como el izquierdo. Cada hemisferio parece desasociarse en ciertos momentos para cumplir con su propio papel de manera independiente.
En este artículo, explicaremos cómo funcionan estos hemisferios, cómo podemos aprovechar al máximo ambos lados y cómo explotar su potencial. Además, compartiré una breve explicación de cómo llegué a esta observación y la práctica que he estado perfeccionando para activar uno u otro hemisferio según lo que se necesita en cada momento.
Mi Descubrimiento personal
En la necesidad de calmar mi mente debido a la excesiva actividad mental en la que me encuentro frecuentemente, me llevó a desarrollar una manera de darle descanso al cerebro. Al sobrecargar mi hemisferio izquierdo con pensamientos lineales, razonables y análisis excesivos, noté que este lado de mi cerebro es el más dominante, al observar y meditar esta información me vi en la obligación de idear una forma de «apagar» ese lado del cerebro y transferir la carga al hemisferio derecho. De esta manera, logré dar descanso al hemisferio izquierdo, relajando por completo mi mente y cuerpo. Al usar con más frecuencia esta práctica cada vez que lo necesitaba, también experimenté un aumento en el pensamiento holístico, la imaginación y la creatividad. Este proceso me permitió encontrar un equilibrio entre el pensamiento lógico y el abstracto.
Mi interés por entender mejor mi mente me llevó a realizar una serie de meditaciones guiadas. Durante una de estas sesiones, experimenté algo que me hizo reflexionar profundamente. Comprendiendo mejor el funcionamiento del cerebro y del papel específico que desempeña cada hemisferio. Mientras llevaba a cabo la meditación, fui guiada a algunos eventos del pasado y a analizar ciertos conflictos y problemas, así como posibles soluciones. En ese proceso, noté que toda la carga de esos pensamientos y análisis recaía en el hemisferio izquierdo de mi cerebro, a tal punto que comencé a sentir dolor por el esfuerzo mental y pensamiento profundo.
Sin embargo, en un momento de la meditación, se me indicó que imaginara un lugar donde me gustaría estar. Al enfocarme en crear mentalmente ese sitio, observé cómo al instante toda la carga de mis pensamientos y análisis previos del lado izquierdo se trasladó al hemisferio derecho. Al mismo tiempo, el dolor mental en el hemisferio izquierdo disminuyó considerablemente, mientras que bajo la influencia de la imaginación me sentí más relajada y creativa.
Esta experiencia me llevó a realizar varias pruebas con diferentes personas, guiándolas a través de meditaciones similares, para confirmar lo que había descubierto. Trabajé junto con otra maestra experta en meditación guiada, lo que me permitió asegurarme de la veracidad de mis observaciones.